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Signos: el significativo tercer disco de Soda Stereo

Soda Stereo Signos

El 10 de noviembre de 1986 el trío argentino dio un paso de gigante con el tercer álbum, que contiene temas inmortales como Persiana Americana

Soda Stereo
Signos

Columbia/Sony Music. 1986

Justo un año después del lanzamiento de Nada Personal, el 10 de noviembre de 1986, veía la luz el tercer álbum de Soda, convertido en uno de los tres favoritos de los fanáticos, probablemente por razones emocionales al encontrar al grupo en un momento de ascenso imparable.

Ambas giras por Suramérica se solaparon y en el caso de algunos países como Venezuela los primeros conciertos se demoraron hasta julio de 1987 y en México unos días después. Fue significativo que una banda con apenas tres discos y solo tres años funcionando, se presentó en muchos países antes que nombres emblemáticos de larga trayectoria como Charly García o Luis Alberto Spinetta

El proceso de concepción de Signos estuvo signado por la frenética vida que Gustavo Cerati (voz, guitarras, percusión y caja rítmica Roland 707), Zeta Bosio (bajo) y Charly Alberti (batería, percusión) llevaban a raíz del inusitado éxito que ya tenían y los constantes viajes.

La cocaína era parte de la rutina y todo ello quedo reflejado en las letras de Cerati, quien sufrió los rigores del consumo al punto de tener que pasar un tiempo con su madre para recuperarse y replantearse el modo de vida. Todas las letras fueron escritas prácticamente de un tirón.




Signos fue grabado en Estudios Moebio de Buenos Aires en medio de la vorágine. El diseño de arte corrió a cargo de Alfredo Lois, quien ya había diseñado Soda Stereo y Nada Personal y seguiría siendo pieza clave en el aspecto visual. Las fotos polaroid fueron de Caito Lorenzo y de Claudio Fayngolz (portada)

La producción estuvo a cargo de la propia banda, con Mariano López al frente de la ingeniería de grabación. Entre los músicos invitados estuvo Richard Coleman en algunas guitarras adicionales, Celsa Mel Gowland en los coros, y una sesión de metales conformada por Diego Urcola (trompeta), Marcelo Ferreyra (trombón), Sebastián Schön (saxo tenor), Pablo Rodríguez (saxo alto), bajo la conducción y arreglos de Pollo Raffo.

Una de sus piezas más emblemáticas, “Persiana Americana”, arrancó con mal pie al producirse mientras la tocaban, el 2 de mayo de 1987, un derrumbe en la discoteca Highland Road de San Nicolás, Buenos Aires, en el que murieron 5 personas y más de 100 resultaron heridas.

Sin embargo, la pieza se convirtió en uno de los himnos del trío argentino y a lo largo del tiempo permanece como una canción inmortal que trascendió el momento.

La letra fue escrita por Jorge Antonio Daffunchio, quien había participado en un concurso en el programa radial argentino “Submarino Amarillo”. Según ha contado, le costó llegar hasta Cerati, pero una vez conseguido el cometido logró levantar su interés en la letra.

La idea según Daffunchio está inspirada en la película “Doble de cuerpo” (1984), de Brian De Palma y trata sobre un hombre vouyerista que observa a una mujer exhibicionista desnudarse a través de una persiana:

“Yo te prefiero / Fuera de foco / Inalcanzable / Yo te prefiero / Irreversible / Casi intocable / Tus ropas caen lentamente / Soy un espía, un espectador / Y el ventilador desgarrándote / Sé que te excita pensar hasta dónde llegaré / Es difícil de creer / Creo que nunca lo podré saber / Solo así yo te veré / A través de mi persiana americana”

Los teclados fueron tocados por Fabián Quintiero (aka Fabián Von Quintero), uno de los músicos invitados habituales en los discos y conciertos del grupo




Sin sobresaltos”, con su ritmo machacón, abre el disco y de entrada se notan nuevas influencias, como las de XTC y Simple Minds. La sección de metales es la novedad.

La pieza a medio tempo “El rito” continúa y ciertas reminiscencias al argentino Ariel Rot afloran. La utilización de órgano Hammond le da una calidez en cierta manera setentera

«Sueles encontrarme en cualquier lugar / Y ya lo sabes nada es casualidad / Tu misteriosa forma me lastimará / Pero a cada segundo estaré mas cerca / Y desafiando al rito / Destruyendo mitos / Desafiando al rito / Destruyendo mitos»

Una de las canciones emblemáticas es el funky “Prófugos” -compuesta por Cerati y Alberti- con el clavinet en primer plano. La pieza ya era conocida porque había sido interpretada en conciertos. Fue publicada como single.

El lado A lo cierra “No existes” -una especie de post punk que podría referir a Echo & The Bunnymen, de cuyo cantante Ian McCulloch Cerati tuvo influencia sobre todo en el look– compuesto por Cerati y Bosio-. La pieza es un clásico de Soda.

Su letra es una de esas que podría ser interpretada o bien como una relación amorosa tormentosa o como una metáfora de la relación con la droga.




El lado B comienza con “Persiana Americana”, seguida por “En camino”, una composición de Cerati, Alberti y la cantante Isabel de Sebastián, con una letra que va combinando líneas y expresiones en diferente orden.

Signos” es probablemente la más seductora y la más The Cure del álbum. El título está relacionado directamente con la letra llena de simbología: “Signos Mi parte insegura Bajo una luna hostil Signos, oh

Una de las mejores piezas es “Final Caja Negra”, sin duda un estupendo cierre que dejaba todo abierto para el futuro, a pesar del concepto misterioso que implica una caja negra.

Signos es un fantástico disco que mostraba a Soda Stereo en una curva ascendente y dejaba claro que lo mejor estaba aun por venir.

Juan Carlos Ballesta


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