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Keep Your Eyes Ahead: punto de inflexión de The Helio Sequence

The Helio Sequence

Tras cuatro años de silencio, el 29 de enero de 2008 el dúo estadounidense lanzó su cuarto álbum, con el vocalista Brandon Summers ya recuperado

The Helio Sequence
Keep Your Eyes Ahead

Sub Pop. 2008. EE UU

 
El dúo de Oregon, The Helio Sequence, presentó su cuarto disco (y segundo en el respetable sello Sub Pop) en contra del pronóstico negativo posterior a la gira de apoyo de Love And Distance (2004).

Brandon Summers, vocalista y guitarrista, había perdido su voz a finales de 2004 y le tomó un largo tiempo recuperarla, disciplinándose a asumir una vida mucho más sana además de practicar diariamente, incluso mejorando su dicción.

Un gran acompañante de este silencio fue la lectura y se dice que el vocalista logró leer sesenta libros en sesenta días, comenzando por las crónicas del cantautor Bob Dylan. Mientras tanto, el baterista y arreglista Benjamin Weikel había trabajado con Modest Mouse colaborando en el exitoso álbum Good News For People Who Love Bad News.

Mientras Summers se recuperaba, comienzan a trabajar en material nuevo grabando música desde mediados de 2005, tanto de manera casera como en algunos estudios en Portland y el estado vecino de Washington.

Brandon descubre una nueva forma de cantar, menos urgente y más acorde con sus limitaciones, y así van adoptando un sonido un poco más pulido y maduro dentro de su tendencia indie pop-rock. Weikel por su parte asume un rol de productor de este nuevo norte musical, explorando con mayor profundidad las atmósferas de teclados junto a más guitarras acústicas.




Masterizado en la ciudad de Nueva York por la leyenda Greg Calbi, quien había sido responsable del sonido final de Lou Reed, Ramones, Talking Heads y David Bowie, y con ilustraciones de la esposa de Summers, Pavlina Honcova, el 29 de enero de 2008 sale a la luz Keep Your Eyes Ahead, una perfecta metáfora de cómo este grupo venció las adversidades y la incertidumbre, siempre manteniéndose con miras hacia adelante.

Inmediatamente llama la atención el optimismo de “Lately”, que se levanta fortalecida declarando que finalmente olvidó a ese viejo amor. La diáfana voz de Brandon es sin duda un elemento fundamental para ese nuevo aire presente en muchos de los momentos de este larga duración, como en “Can’t Say No” que recuerda a trabajos anteriores con sus programaciones y voces dobladas bañadas en reverb.

Benjamin brilla especialmente con su batería calmada pero precisa, en una suerte de post-hardcore muy relajado a diferencia del constante trote percusivo de “The Captive Mind” que captura la esencia compositiva de The Helio Sequence con un sonido mucho más serio y adulto, haciendo uso de todos los recursos del estudio para contribuir con las diferentes partes de esta canción, guardando ciertas similitudes con Modest Mouse.

Acercándose más al pop y con samples prestados del juego de video Super Mario Bros. 3, “You Can Come To Me” se presenta como un grandioso rhythm and blues sesentero muy Spector modernizado más allá de su guitarra acústica con un dulce sintetizador que aparece y desaparece para dominar el coro y dar cabida a la armónica lejana de Summers.




Excelente detalle de la percusión que reverencia a la bossa nova en la segunda estrofa antes de volver a los años 60, así como la guitarra eléctrica y la voz difuminada que hacen que la canción se sienta de este milenio.

La influencia de Dylan se siente tal vez demasiado en “Shed Your Love” tanto en el fraseo, el sonido de vías del tren, como en la elección de hacer esta canción acústica. Le debemos mucho a Weikel entonces por adornarla con un paisaje electrónico que va in crescendo y una tímida voz aguda que apoya esporádicamente, permitiendo que no se vaya demasiado a un mundo muy ajeno al dueto.

El título del álbum le da nombre a la siguiente pista en otro perfecto ejemplo de la evolución del código propio del grupo, siendo la pieza más arriesgada vocalmente para Brandon, logrando una octava más arriba de su actual registro vocal. La temática lírica captura la obviedad del título en la actitud que ahora asumen.

Back To This” puede considerarse como uno de los momentos menos relevantes del disco, pero también representa un pequeño descanso tras el sencillo anterior, con sus bien ejecutadas guitarras, teclados y baterías con percusión extra, jugando más con la dinámica sonora entre las diferentes partes.

Es de notar que tanto esta y la canción anterior son las únicas que terminan en fade out. “Hallellujah” es el momento tope, siendo la canción más larga y más rica en experimentación con las voces al momento de registrarlas.

Comienza con un sintetizador y una guitarra, que cual enjambre de abejas recordando al subgénero shoegaze, se mueven a estrofas ligeramente más calmadas a pesar de las voces dobladas y hasta triplicadas llenando los espacios de frecuencias graves y agudas por igual.

La batería podría ser obra de Larry Mullen Jr. (U2) por mantenerse constante en su marcha a lo largo de los 4:30, acompañando en especial la sección instrumental que sigue creciendo a medida que se acerca el final, complementando el cuestionamiento a la religión de la letra concluyendo con la línea “no queremos respuestas de todos modos”.




El otro momento dylanesco es “Broken Afternoon” que guarda ciertas similitudes estéticas con “Shed Your Love” antes del breve ejercicio acústico que resulta más honesto, “No Regrets”, tan cruda y relajada, sin cuidar demasiado los detalles y pareciendo más una grabación de una reunión entre amigos y familia.

Giras con Keane, Menomena y Modest Mouse sirvieron para apoyar este álbum, antes de embarcarse en el experimento ambicioso de lanzar un disco titulado Aces para sonar a la par de Negotiations, su quinto disco en 2012 y así lograr un efecto cuadrafónico.

Más tarde en 2015, lanzan un impecable disco homónimo que evidencia que Keep Your Eyes Ahead fue el punto de quiebre para que una banda se enfocara en ir hacia adelante, logrando mejores composiciones y una sólida producción.

IL Gimón