Tras la separación de Aphrodite’s Child, el genial compositor griego publicaba su primer disco oficial, diez composiciones ricas en sonoridades y texturas
Vangelis O. Papathanassiou
Earth
Vertigo Records. 1973. Grecia
El 17 de mayo de 2022 fallecía en París, Francia, uno de los pioneros de la música electrónica, Evangelos Odysseas Papathanassiou, mejor conocido como Vangelis.
Nacido en Agria, Grecia, el 29 de marzo de 1943, comenzó en el mundo de la música en 1962. Vangelis es recordado en sus inicios como miembro de uno de los bastiones del pop y el rock progresivo griego, Aphrodite’s Child, la superbanda formada por él, Demis Roussos, Loukas Sideras y Anargyros “Silver” Koulouris que a finales de los 60 nos dejara gratos recuerdos en temas como “Rain and Tears” y discos como End of The World (1968), It’s Five O’Clock (1969) y el monumental doble LP, 666 (1972).
Este último, sin duda, fue el eslabón para Earth, un debut en solitario grandioso en el que aún no afloraba la avalancha de teclados que muy pronto protagonizarían el sonido de Vangelis, que tuvo su primer notable esfuerzo en Heaven and Hell (1975), justo después del intento de Jon Anderson (quien canta un tema) de unirlo a Yes en lugar de Rick Wakeman.
Vale destacar la alianza futura con Anderson en el proyecto Jon and Vangelis que resultó en varios discos estupendos como Short Stories (1980), Friends of Mr. Cairo (1981), Private Collection (1983) y Page of Life (1991).
No considerado como disco oficial, Fais que ton rêve soit plus long que la nuit (1972), es el antecesor de Earth pero sólo fue publicado en Francia y Grecia. El disco es una obra conceptual basada en las protestas estudiantiles de mayo de 1968 en Francia. El álbum es un collage sonoro que fue subtitulado Poeme Symphonique.
Earth fue grabado en los estudios Europa-Sonor de París, junto antes de su mudanza a Londres. En él podemos encontrar rasgos de world music, folk griego, rock progresivo y, claro está, música electrónica. Ello como resultado de los instrumentos empleados para este momento que incluyen al órgano Hammond L100, el órgano Elka Tornado, el clavioline, percusión, y varios instrumentos étnicos como el tablá.
Entre los colaboradores de esta primera obra oficial está su ex compañero de Aphrodite’s Child Anargyros Koulouris en los coros, guitarra y laúd; y también el bajista y cantante Robert Fitoussi quien para 1980 había grabado el hit internacional “Words (Don’t Come Easy)” bajo el seudónimo F.R. David.
El set de diez temas abre con “Come On”, un rock duro que reitera una y otra vez el título. Koulouris nos hace saber de sus talentos como guitarrista, no sólo acompañando sino también soleando. El tema es perfecto para iniciar este repertorio.
No es el Vangelis espacial o atmosférico, más bien es el inyector de una energía rockera que en el segundo minuto nos sacude.
Acto seguido escuchamos la lluvia caer y también a los truenos en “We Are All Uprooted”, donde además apreciamos una lejana flauta y un instrumento de cuerdas que pudiera ser un laúd y desde el cual se desprenden sonoridades arabescas y del folclore griego. Todo ello sobre una sutil caja rítmica en tempo muy lento.
Una voz emerge para decirnos: “Todos fuimos desarraigados / La tierra fue robada bajo nuestros pies / Nos convertimos en una diáspora / Una nación de bastardos sin nombre / Canalizamos nuestras raíces al pulso de la luz / En lo profundo de las galaxias de nuestra mente / Nuestro aliento era el cielo / Nuestros sueños eran agua”
Unas voces tribales dan inicio a los siguientes seis minutos cuarenta segundos de “Sunny Earth”, una pieza llena de sonoridades étnicas donde la percusión (especialmente el tablá) juega un rol esencial y Vangelis demuestra su habilidad tanto con ella como con las cuerdas.
Acto seguido es el tema “He-O” en el que los teclados llenan los espacios junto a voces que nos dicen de un modo mántrico: “He-o vino caminando por mi calle / He-o y se detuvo frente a mi puerta / He-o y tocó la puerta un buen rato / He-o luego se giró y se alejó / He-o luego se giró y se alejó / He-o y nunca más volvió / He-o yo no estaba en casa ese día / He-o nunca nos enteramos que vino”
Acá, Vangelis intercala frases al teclado con los versos, manteniendo el acento arabesco y mediterráneo. El tema cierra la primera parte.
La segunda parte abre con “Ritual” donde el compositor griego evoca de un modo efectivo lo que el título indica. Es una pieza que enlaza con el contenido de China (1979)
La pieza ocupa menos de tres minutos pero nos ofrece una riqueza sonora que incluye voces y tambores de un modo ceremonial
Luego nos ofrece “Let It Happen”, una interesante pieza que inicia con unas campanillas y posteriormente guitarra y bajo. En sus versos escuchamos: “Déjalo ser Cariño, ¿no vives al límite de tu vida? / Déjalo ser Cariño, ¿no vives al borde de un suspiro? / Déjalo ser Cariño, ¿no vives al borde de una sonrisa? / Déjalo ser Cariño, ¿no vives al límite de tu tiempo? / Bebé todo lo que tienes que hacer / Es dejar que el ritmo te afecte”
El genial músico despliega espacios y atmósferas que serán parte de su glosario estilístico.
“The City” es el séptimo tema. En sus apenas minuto y quince se repiten los tambores ritualistas pero esta vez con campanas y voces de fondo.
Después, Vangelis nos ofrece “My Face In The Rain” un tema muy importante porque será el sonido Vangelis que reconoceremos desde este momento. “Mi rostro bajo la lluvia camino solo / Es domingo el tiempo es lento / Estoy feliz, eso es todo lo que sé. mi cara bajo la lluvia camino solo / Es domingo el tiempo es lento / Estoy feliz, eso es todo lo que sé”
Después escuchamos “Watch Out”, atmosférico tema en el cual sentimos una cascada sonora a lo largo de tres minutos
El disco concluye con “A Song”, donde la voz como un instrumento más y los teclados nos cautivan.
En su primera estrofa nos dice: “Me gustaría escribir una canción / Eso es tan vibrante y tan íntimo / Que la tierra lo adoptaría / Como si hubiera surgido como el arroyo”
La narrativa del segundo tema del repertorio y esta pieza es contada por Warren Shapovitch.
Earth es quizá un disco atípico en la discografía de Vangelis, pero pertenece justamente a su período de transición entre París y Londres, donde fundó su emblemático Nemo Studios, y también entre su etapa como miembro de una banda y el comienzo de su fructífera y larga carrera como músico solista.
Su dilatado legado incluye una abultada discografía que supera los 40 títulos y que abarca obras solistas, colaboraciones, música para documentales y bandas sonoras para filmes, entre los que figuran Chariots of Fire (1981) Missing (1982) y Blade Runner (1982). En su faceta como productor, creó obras clásicas orquestales y música ambiental. La lista de sus obras es realmente extensa, y muchas permanecen inéditas.
Viajemos pues en el tiempo para disfrutar de esta primera impronta musical del genial artista griego.
Leonardo Bigott
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Música de Vangelis en Estados Unidos