El 30 de enero de 1968, la emblemática banda neoyorkina publicó su segundo disco, último con el irrepetible miembro fundador, John Cale
The Velvet Underground
White Light / White Heat
Verve Records. 1968. EE.UU.
Una de las propuestas musicales más osadas de la década de los 60 fue la del grupo neoyorkino Velvet Underground.
El cuarteto estaba conformado entonces por Lou Reed† (voz, guitarras, piano), Sterling Morrison† (voz, guitarra, bajo, efectos), Maureen Tucker (percusión, batería), y John Cale (voz, bajo, teclas, viola, efectos).
El extinto grupo nos ofrecía en esta ocasión seis composiciones con grandes rasgos de experimentación y visos de lo que poco después sería llamado “punk rock”. Durante aquellos atribulados días de furia psicodélica y un poco más allá (1967-1973), VU produjo cinco maravillosas obras discográficas.
White Light / White Heat sería el último con John Cale, una de las piedras angulares del grupo que ya mostraba fisuras con el despido del superlativo Andy Warhol† , quien fungía como especie de padrino protector de la banda.
Nuevamente bajo la producción de Tom Wilson† (Bob Dylan, Simon & Garfunkel, The Mothers of Invention…), este hito discográfico contó con la audio ingeniería de Gary Kellgren† para dar forma a las obras de este magnífico grupo fundado en 1964 y que en sus orígenes, además de Reed, Cale y Morrison, contaba con los talentos del baterista Angus MacLise, reemplazado al año siguiente por Moe Tucker.
Nico, pseudónimo de la cantante alemana Christa Päffgen, también sería cómplice de la primera encarnación de esta banda – plasmada en The Velvet Undergound + Nico (1967)- hoy considerada entre las más influyentes dentro del avant-garde, el dark rock, el noise rock y la experimentación sonora, tejida con una lírica transgresora sobre sexo, anfetaminas y “drag queens”.
El tema título es el abridor de este álbum. En él, Lou nos dice: “Luz blanca, luz blanca me está arruinando la mente / Luz blanca, y no sabes que me va a dejar ciego / Calor blanco, oh calor blanco me hace cosquillas hasta los dedos de los pies / Luz blanca, oh, ten piedad, luz blanca, Dios lo sabe…”
En lo musical escuchamos el piano al fondo, acompañando los versos que aluden a las anfetaminas, refiriéndose a ellas bajo un modismo de la época, “white heat”.
Acto seguido es el tema “The Gift”, compuesto por la banda y en el cual Cale alterna versos con el coro para seguidamente decirnos en forma hablada con una guitarra corrosiva revoloteando en torno a sus palabras: “Waldo Jeffers había llegado a su límite / Ahora era mediados de agosto, lo que significaba que tenía separado de Marsha más de dos meses / Dos meses, y todo lo que tenía para mostrar eran tres cartas con orejas de perro y dos teléfonos de larga distancia muy caras llamadas / Cierto, cuando la escuela terminó y ella regresó a Wisconsin, y él a Locust, Pensilvania, había jurado mantener cierta fidelidad / Ella lo haría / Salir de vez en cuando, pero simplemente como diversión / Ella permanecería fiel…”
En lo rítmico el tema raya en lo obstinado con la misma figura a lo largo de poco más de ocho minutos. Un trance minimalista, si me lo permiten. ¿Se adelantó este tema al sonido motorik alemán?
El lado A sigue con otro tema de Reed llamado “Lady Godivas’s Operation”, donde VU adopta un estilo lírico influido por uno de los hitos del movimiento “beat”, William S. Burroughs.
La historia relata la operación de Lady Godiva. Cale irrumpe cantando desde el fondo para acompañar a Lou en esta canción sobre la transexualidad, para seguidamente cerrar el lado A con la canción “Here She Comes Now”, la cual Reed, Cale y Morrison, en una vibra más orientada al folk rock, habían escrito esta pieza para la voz de Nico.
Reed canta el título de modo reiterativo en esta breve pieza de dos minutos.
Caracterizada por la atonalidad de las guitarras de Lou Reed y el temperamento agresivo, “I Heard Her Call My Name” abre el lado B con un caos sónico total.
Líricamente, un desenfrenado Lou Reed nos dice: “Aquí viene ahora, ahora Ido ido ido Listo, listo, listo, listo, listo Tengo mis ojos bien abiertos…”
Los 17:29 restantes son de “Sister Ray”, sin duda la pieza más ensordecedora de nuestro celebrado disco y la más extensa del catálogo VU.
En ella nos encontramos una historia de ocho personajes donde uno de ellos sufre un accidente sin que el resto haga el más mínimo esfuerzo por evitar que muera. La decadente escena presenta a un grupo de drag queens llevando a su casa a varios marineros con la intención de entablar una orgiástica relación cuando inesperadamente llega la policía.
Travestismo, sexo, homosexualidad y violencia, son los ingredientes de este episodio final.
Adentrémonos entonces en este estridente y muy influyente álbum en el devenir del rock, que produjo el sencillo que da título al disco y el tema “Here She Comes Now”, grabado en Mayfair Studios de Nueva York.
Leonardo Bigott