El 24 de septiembre de 2002, la banda dirigida por Steven Wilson publicó su séptimo álbum, con nuevo baterista, nueva discográfica e influencias del metal
Porcupine Tree
In Absentia
Lava. 2002. Inglaterra
Desde los primeros segundos de In Absentia se nota que Steve Wilson estuvo escuchando algo de heavy metal o nu metal cuando grabaron el disco.
Sin embargo, la lista de discos que estaba escuchando (de acuerdo al website oficial de PT) ya no incluía cosas como Tool (que estaban en su lista en la época de las sesiones de grabación), sino cosas como DJ Shadow, Bjork, Phillip Glass o Keith Jarrett.
Esta lista nos ayuda a comprender mejor a este ecléctico músico que se mueve tan cómodamente en diferentes proyectos creativos, como No-Man o Bass Comunion, además del emblemático Porcupine Tree. En 2002 aún no se avisoraba su carrera solista.
La inquietante fotografía de Lasse Hoile con dirección de arte de Andrew Karp, dan la bienvenida al universo de In Absentia
«Blackest Eye» comienza con un riff de guitarra heavy, emparentado quizas con la forma como comenzaba el álbum Stupid Dream (1999) con la ya clásica «Even Less«, de la que nos regalaron en una versión alternativa en el recopilatorio de b-sides Recordings.
De cualquier forma el riff es un iceberg en un mar de tranquilidad, dentro de una pieza que tiene uno de los coros mas efectivos que ha escrito Wilson (“Tengo unos cables sueltos dentro de mi cabeza, tengo libros que nunca leeré…”).
Una forma efectiva de comenzar el disco con un gancho impresionante. El riff es tan fuerte que hasta hay otro guitarrista además de Wilson, John Wesley, quien acompañó a la banda en sus giras de entonces.
Las dudas en cuanto al nuevo baterista, Gavin Harrison se disipaban desde el comienzo, y aunque definitivamente Porcupine Tree es el show de Steve Wilson, los demás miembros están acoplados en un sonido que es ya un sello de fábrica, hasta el punto que somos muchos los que olvidamos las usuales (y ya inútiles) referencias a Pink Floyd.
El sonido Porcupine Tree es ya una referencia en si mismo.
«Trains» abre con las guitarras acústicas que ya forman parte del sello de PT en particular desde Lightbulb Sun, (2000) y la voz de Wilson se siente mas cercana que en la pieza anterior.
Luego del primer verso entra con fuerza el resto de la banda y Wilson sigue cantando letras llenas de poesía, mientras los teclados de Richard Barbieri comienzan a enmarcar el sonido de la banda.
A mitad de camino un break acústico acompañado de palmas crea un preludio al sucesivo clímax con el que cierra la pieza. ¡Genial!
El sonido introspectivo continúa con «Lips of Ashes» pieza que pudiera perfectamente estar incluso en los primeros álbumes de la agrupación. Coros, sonidos celestiales, arpegios, y uno de esos profundos solos de guitarra a los que estamos acostumbrados.
«The sound of Muzak» retoma el aspecto rítmico, y hace uso de esas voces «lejanas» que escuchamos con frecuencia en PT, antes de caer en otro de los geniales coros de este trabajo, cuerdas sintéticas, mellotrones, y el bajo de Colin Edwin anclando como siempre el sonido de la banda, mientras Wilson se toma el tiempo de hacer otro solo.
La primera pieza que escuchamos de este álbum fue «Gravity Eyelids«, pues la gente que manejaba el website oficial desarrolló una pequeña aplicación multimedia que uno podía bajar por internet y escuchar un adelanto de la pieza, como parte de la campaña de promoción.
Desde ese momento contamos los días hasta que salió el disco. Loops rítmicos y volátiles pads sintetizados propulsan esta pieza lenta, que nos podemos imaginar con un psicodélico juego de luces.
Es este el tipo de piezas que usualmente solían llevar la etiqueta pinkfloidiana, pero que la banda manejó con nuevos códigos, que forman parte ya del ADN de la agrupación.
Por segunda vez escuchamos las guitarras tomar una nueva fuerza en la mitad de la pieza, apuntando en partes iguales al rock pesado actual y al rock psicodélico a la Ozric Tentacles.
En «Wedding Nails» reaparecen las re-descubiertas influencias heavy de Wilson, en una pieza instrumental que a nuestro juicio no aporta mucho al álbum y que recuerda mas bien a gente como Joe Satriani o Steve Vai.
Nos sorprende también que sea esta pieza tan guitarrera en la que justamente aparece el tecladista Barbieri como co-autor.
En nuestra opinión las cosas se recomponen en la pieza siguiente, «Prodigal«, con una línea melódica de guitarra, que acompaña una poética letra , con otro espectacular coro, en el que si debemos confesar el sonido a lo The Dark Side of The Moon, que desemboca en otro solo «clásico» de Wilson, que domina el instrumento como pocos.
«.3» es otra pieza casi instrumental, pero esta vez en una dirección mas interesante que «Wedding Nails«, con un sonido de guitarra que recuerda a Steve Hackett, adornado por envolventes pads y atmósferas sonoras, que denotan la firma de Barbieri, además de un efectivo arreglo de cuerdas cortesía de Dave Gregory (ex- XTC).
Un lejano solo de guitarra abre «The Creator Has a Master Plan» para caer en un ritmo que no escuchábamos desde la época de Signify y que recuerda mucho la estructura de las piezas de Metanoia.
El tempo retorna a velocidades mas pausadas con «Heartattack in a Layby«, piano eléctrico y guitarra punteada dominan el sonido sobre el que Wilson reflexiona y describe los pensamientos que vienen a su cabeza cuando se detiene a un lado de la carretera al este de Baldock (un pequeño pueblo 37 millas al norte de Londres).
Nos acercamos al final, «Strip the Soul» es la otra pieza en la Wilson acepta el aporte creativo de otro de los miembros de la banda, en este caso Colin Edwin. Ciertas reminiscencias a Nine Inch Nails surgen en esta pieza, aun cuando resulta menos intensa que las composiciones de Reznor .
El video viene además incluido en el CD, sugiriendo imágenes perturbadoras, que recuerdan películas como «Seven«. Voces sampleadas de la radio o la TV hacen de background a esta composición.
La docena de canciones se completa con «Collapse the Light Into Earth«, piano acústico, voces lejanas y reverberadas doblando la voz principal abren una pieza que va aumentando poco a poco su impacto dramático, sobre otro arreglo de cuerdas (de verdad verdad) de Dave Gregory.
Para el año 2002 Porcupine Tree tenía uno de los mejores sitios web oficiales de banda alguna en la Internet. Y eso ya denotaba que Wilson y compañía iban por delante de todos. 20 años después de In Absentia siguen a la vanguardia con Closure / Continuation
Gabriel Pérez