Inicio Reportajes Tina Turner: la voz que rompió barreras y abrió caminos

Tina Turner: la voz que rompió barreras y abrió caminos

Tina Turner

A los 83 años, después de una larga enfermedad, la inmensa Tina Turner falleció en Suiza, dejando una estela de éxitos durante siete décadas y una imagen inolvidable


En el mundo de la música siempre hay quien se adelanta, quien llega primero y planta su bandera. Cuando en los años 60 la mayoría de las mujeres protagonistas lucían comedidas dentro de un corsé que la industria les había diseñado, unas pocas salían del carril para mostrar su propio estilo.

Tina Turner es uno de los casos más emblemáticos en la historia de la música popular, logrando lo que casi nadie, uniendo a las audiencias negras y blancas cuando eso era una quimera, y logrando éxitos durante siete décadas consecutivas.

Turner, a pesar de su rotundo suceso en todo el planeta, no tuvo una vida fácil.

Juan Carlos Ballesta

Los años 60 cambiaron la historia de la música. Antes de la explosión de la Beatlemania, comenzaban a florecer los grupos vocales, masculinos y femeninos. Eran los tiempos del éxito rotundo de los grupos vocales femeninos (The Supremes, The Shirelles, The Marvellettes, Martha & The Vandellas), que bebían del soul, el doo wop y el pop. Y de las cantantes como Aretha Franklin o Nina Simone, que desde el piano, maravillaban al mundo.

Desde las entrañas de la música negra, Tennessee, Anna Mae Bullock (1939-2023), surgió a pesar de las adversidades. Sus primeros pasos ocurrieron cuando aún se vivía la locura de la primera era del rocanrol.

Hija menor de un matrimonio disfuncional, Anna fue dejada al cuidado de sus abuelos paternos, de férrea formación religiosa, mientras sus padres trabajaban en una dependencia de defensa durante la Segunda Guerra Mundial.

De retorno a vivir con sus padres y hermanas en Knoxville luego de terminada la guerra, y finalmente de regreso a la comunidad rural Nutbush, donde su padre había trabajado en una especie de granja cooperativa, Anna comenzó a cantar en la iglesia bautista.

Los dramas familiares comenzaron muy pronto en su vida cuando su madre huyó de los maltratos que recibía de su marido. Anna tenía 11 años. En su primera autobiografía “I, Tina”, confesaba que en realidad su madre se iba a ir antes, pero quedó embarazada de ella. Era muy joven y no quería otro hijo. Por ello, nunca se sintió querida ni aceptada por sus padres.




Las tres hermanas fueron a parar a casa de la abuela materna en Bronsville, Tennessee. Una de ellas, la medio hermana Evelyn, falleció en un accidente de tránsito, mientras Anna trabajaba como doméstica siendo adolescente.

El encuentro vital con Ike Turner

Con su hermana mayor, Ruby Alline Bullock -quien fue compositora y una especie de primera manager- comenzaron a frecuentar los clubes nocturnos en St. Louis. Una de esas noches, la joven Bullock vio por primera vez en el Club Manhattan a Ike Turner y su banda The Kings of Rhythm. Su impresión fue total. Nacía una relación tan provechosa como tormentosa

Una noche de 1957, cuando Anna tenía 18 años, en un intervalo durante una presentación del grupo, se apoderó del micrófono del baterista de los Kings of Rhythm, Eugene Washington, y cantó la balada blues de B.B. King, “You Know I Love You”.

Ese fue el momento del “click”. Ike Turner le preguntó si se sabía mas canciones, y Anna terminó cantando el resto del show, noche en la cual se convirtió en vocalista del grupo, compartiendo el rol con Carlon Oliver. En 1958 grabó su primer single, “Box Top”, identificada en los créditos como Little Anna.

El gran punto de inflexión ocurrió por casualidad en 1960 cuando Ike Turner escribió la canción “A Fool in Love” para el cantante Art Lassiter, con Little Anna haciendo coros. Pero quiso el destino que Lassiter no se presentara al estudio y Turner, que como productor había ya pagado las horas de grabación, accedió a la petición de Bullock de grabar como líder vocal, pero con la idea futura de sustituir la pista con la voz de Lassiter.

Sin embargo, gracias al locutor de radio Dave Dixon la cinta llegó a Juggy Murray, presidente del sello de R&B afincado en Louisiana, Sue Records, quien impresionado por la voz de Bullock, pagó por la grabación 25 mil $ por adelantado a Ike Turner y lo convenció de convertirla en la estrella de los shows.

Turner rebautizó a Anna con el nombre de Tina, el cual rimaba con el personaje de los comics “Sheena, La Reina de la Jungla” y “Nyoka the Jungle Girl” para crear su personalidad sobre el escenario. También le sumó su apellido, en principio para tener en su poder el nombre de Tina Turner en caso de que, tal como pasó con anteriores cantantes, Ann Bullock dejara el grupo, y así poder sustituirla con otra “Tina Turner”.

Era una jugada bastante comercial y pragmática, poco afectiva, ciertamente. La historia se encargó de darle el peso específico apropiado al nombre Tina Turner y dejarlo asociado eternamente a una sola persona, Anna Bullock.

A Fool in Love” llegó al puesto #2 en las listas Hot R&B y al #27 en las generales de Billboard Hot 100, con lo cual traspasó la audiencias negras para alcanzar a las blancas.

El ascenso al estrellato de Ike and Tina Turner Revue

Una vez que Ike se convenció que Tina debía ser la estrella, cambió el nombre del proyecto por Ike & Tina Turner Revue, manteniendo a los músicos de Kings of Rhythm e incluyendo al grupo de coristas femenino The Ikettes, anteriormente conocido como The Arlettes.

Otro single, “It’s Gonna Worlk Out Fine”, alcanzó el puesto #14 en Billboard en 1961, lo que valió una nominación a los premios Grammy en la categoría Mejor Performance de Rock and Roll. Era la primera de muchas nominaciones para Tina, aunque, a decir verdad, ella nunca fue una rocanrolera aunque se la haya bautizado como La Reina del Rock.

Tina era, en realidad, una cantante de R&B que coqueteó con el rock y la música pop, desde los predios del soul y el R&B.




Otros temas lanzados como singles durante aquel primer período, “I Idiolize You”, “Poor Fool” y “Tra La La La La”, apuntalaron un repertorio que llevo a Ike & Tina Turner a construir una reputación como uno de los más explosivos y ardientes shows en directo.

En el aspecto discográfico el grupo no paró de editar, pero la inestabilidad que produjo el paso de un sello a otro (para un total de 10 en los años 60), atentó contra mejores posiciones en las listas. Uno de los contratos -con Loma Records, subsidiaria de Warner- los acercó a Bob Krasnow, quien se convertiría en su manager.

El conocido productor Phil Spector asistió a un show de Ike & Tina en 1965 y de inmediato los invitó a presentarse en el concierto para la película “The Big T.N.T. Show”.

Luego de ello firmaron con Philles, el sello de Spector, y en mayo de 1966 se produjo uno de los lanzamientos claves: “River Deep – Mountain High”.

El impacto hizo que Ike & Tina Turner abrieran para The Rolling Stones en el tour británico en otoño de 1966, siendo el primero de muchos acercamientos con la banda inglesa.

Tina Turner comenzaba a ganar notoriedad con su avasallante presencia en escena y su potente voz, y en noviembre de 1967 se convirtió en la primera artista femenina y en el primer artista negro en ser portada en la revista Rolling Stone.

Para fines de los años 60, el estatus de Ike & Tina estaba ya en lo más alto. Una seguidilla de álbumes, presentaciones y nominaciones, atrajeron a sus conciertos a todo tipo de músicos, entre ellos Janis Joplin, Cher (quien estuvo con ella el día antes de morir), Elvis Presley, Sly Stone, James Brown y dos jóvenes que comenzaban a ser conocidos por sus nombres artísticos, David Bowie y Elton John. Todos se convirtieron en admiradores.

Sucesivas apariciones en famosos programas como Ed Sullivan Show, Playboy After Dark, Midnight Special, The Andy Williams Show, The Tonight Show con Johnny Carlson, ampliaron su alcance.

En 1969, Ike & Tina acompañaron a The Rolling Stones en su tour norteamericano de noviembre, el cual incluyó como cierre el tristemente célebre concierto gratuito de Altamont, donde un agente de seguridad asociado a los Hell’s Angels asesinó a un espectador.




La cercanía de Tina Turner con los Stones creció, y su repertorio incluyó “Honky Tonk Woman”. Con la entrada en la nueva década, la inclusión de temas de The Beatles como “Come Together” y “Get Back”, y sobre todo la exitosísima revisión de “Proud Mary” de Creedence Clearwater Revival, single que vendió más de un millón de ejemplares y trajo consigo el Grammy como “Mejor Performance R&B para un Dúo o Grupo

Tina junto a The Ikettes (cuya formación cambió en el tiempo y tuvo a Stonye Figueroa, Mary Standard, Edna Richardson y sobre todo a Esther Jones como las más duraderas) creó uno de los shows mas sexualmente cargados de la historia de la música popular, a lo cual contribuía el atuendo con mini vestidos, largas melenas y coreografías frenéticas.

Más allá de lo que pueda pensarse en la actualidad sobre el tratamiento sexista que Ike Turner pudo haber dado a sus coristas y a quien se había convertido en su mujer desde 1962, el show se transformó en uno de los más memorables de todos los tiempos. Basta ver los vídeos. Tina siguió usando minivestidos y luciendo sus portentosas piernas el resto de su carrera.

Tina Turner ganó confianza también como compositora y ya para el disco Feel Good (1972) aportó nueve de las diez canciones.

En 1974, aun con Ike Turner, Tina se atrevió con su primer álbum solista, Tina Turns the Country On!, y también filmó la famosa opera rock “Tommy”, en la que encarnó maravillosamente a Acid Queen, una prostituta adicta a las drogas.

Con ese nombre publicó su segundo disco, en el cual versionó “Whole Lotta Love” de Led Zeppelin, “Under My Thumb” y “Let’s Spend the Night Together” de los Stones y “I Can See For Miles” de The Who.

La separación de Ike y el renacimiento de Tina

Tras un altercado previo a un concierto en Dallas, durante el cual Ike la dejo tirada sin dinero, Tina pidió el divorcio. Era solo un capítulo más de la larga lista de maltratos físicos y psicológicos desde el mismo inicio de la relación. Ike se había vuelto adicto a la cocaína y su comportamiento hacia ella era cada vez más errático y violento.

En 1978 se consumó la separación legal, terminando con 18 años de matrimonio y con una relación que siempre fue tóxica y que Tina soportó por razones artísticas y de conveniencia, incluso sabiéndolo sumamente promiscuo.

Aun después de la separación del grupo y el divorcio, se publicaron tres discos de Ike & Tina Turner, Delilah’s Power (1977), el compilado Airwaves (1978) y el híbrido The Edge (1980)

Tina Turner vuela sola

A finales de los 70, las demandas por shows cancelados llovían y las deudas aumentaban. Pero Tina prefirió asumirlo que seguir con la vida infeliz junto a Ike.

En 1977, Tina resurgió con una imagen sexy apuntalada por los diseños de Bob Mackie, presentándose en una serie de shows de cabaret en el Caesars Palace en Las Vegas, y luego en pequeños recintos por todo Estados Unidos.




Su tercer álbum solista, Rough (1978) -primero tras la ruptura-, así como el siguiente, Love Explosion (1979), con ciertos coqueteos con la disco music, no vendieron bien. Aquel año, el australiano Roger Davies, se convirtió en su manager y una de las polémicas primeras decisiones fue un tour de cinco semanas por Suráfrica, en pleno Apartheid. Sobre la polémica gira años después se disculpó argumentando que era muy naive sobre las políticas de Suráfrica.

La decisiva década de los 80 para Tina

En noviembre de 1981 abrió para los Rolling Stones en su American Tour, y antes se presentó junto a Rod Stewart en Saturday Night Live cantando “Hot Legs”.

En la naciente era de MTV, Tina fue una protagonista asidua. Uno de sus primeros videoclips fue de la canción “Ball of Confusion”, versión del tema de The Temptations que lanzó en 1982.

Cuando la situación de Tina parecía circunscribirse a la nostalgia, firmó para Capitol Records en 1983, lanzando el single “Let’s Stay Together” (canción de Al Green) en noviembre de aquel año, con una excelente acogida. Eso la llevó a los estudios a grabar un álbum completo que resulto ser Private Dancer, lanzado en 1984, y con el cual sobrepasó todas las expectativas.

Más de 10 millones de ejemplares (aun en la era de los LPs) lo conviertieron en su más exitoso y premiado álbum, con los éxitos incontestables “What’s Love Got to Do with It”, “Better Be Good To Me” y “Private Dancer” y tres premios Grammy. Aquel año agregó el dueto con David Bowie de la canción de Iggy Pop, “Tonight”.

La imagen de Tina había transmutado a una sensual mujer madura con una melena felina y -por supuesto- sus voluptuosas piernas y atlética figura de siempre, seguramente inspiración para Beyoncé.

Quizá musicalmente había perdido cierta agresividad e incluso frescura respecto a los  los tiempos con Ike Turner y The Ikettes, pero la reinvención le trajo réditos comerciales inmensos y ganó nuevas audiencias.

Tina fue una de las voces de “We Are The World”, la canción benéfica para USA for Africa en 1985, año en el que volvió a triunfar en el cine junto a Mel Gibson en la distopía post-apocalíptica “Mad Max Beyond Thunderdome” en el papel de la glamorosa Aunty Entity. De ese soundtrack, además, sus dos contribuciones, “We Don’t Need Another Hero” y “One of the Living”, le siguen dando la vuelta al mundo.




Aquel año fue glorioso para Tina ya que también se presentó en el famoso concierto Live Aid junto a Mick Jagger, en un performance que dejó a todos sin aliento cuando Mick le quitó la falda.

En 1986 volvió a ser otro año memorable con la edición de su sexto álbum solista, Break Every Rule, que incluyó los éxitos “Typical Male”, “Two People”, “What You Get Is What You See” y el ganador del Grammy, “Back Where you Started”.

Aquel tour mundial la llevó en 1988 hasta el estadio Maracaná en Río de Janeiro, donde tocó ante 180 mil personas, estableciendo un Record Guiness como el concierto no gratuito con mas asistentes dado por una artista femenina.

El álbum fue precedido por la publicación de su autobiografía -quizá aun prematura, pero que se entendía para evitar las recurrentes preguntas de los periodistas- “I, Tina: My Life Story”.

Declaraciones como “Ike usó mi nariz como saco de boxeo tantas veces que podía sentir el sabor de la sangre corriendo por mi garganta cuando cantaba. Estaba viviendo una vida de muerte. No existía. Pero sobreviví. Y cuando salí, caminé. Y no miré hacia atrás» y confesiones sobre su intento de suicidio en 1968, quedaron finalmente impresos.

Cínicamente, en 2007, antes de morir de una sobredosis, Ike comentaba «Claro que abofeteaba a Tina. Hubo momentos en que la lancé contra el suelo sin pensar. Pero nunca la golpeé«…

En 1989, Tina publicó otro de sus discos claves, Foreign Affair, que alcanzó el puesto #1 en ocho países, y que contiene otra de sus canciones emblemáticas: “The Best”.

Aquella gira europea convocó a más de 4 millones de espectadores, rompiendo el record previo de The Rolling Stones. Aprovechando el tirón de popularidad fue lanzado su primer compilado de grandes éxitos, Simply the Best (1991), que vendió más de 8 millones de ejemplares en el planeta.

Aquel año Ike & Tina Turner fueron inducidos al Rock and Roll Hall of Fame, pero ninguno acudió a la ceremonia, Ike por estar en la cárcel y Tina por estar descasando del tour. El reconocimiento lo recibió Phil Spector.

El biopic semi biográfico “What’s Love Got To Do With It” emergió en 1993, así como la banda sonora con viejos temas regrabados y un puñado de nuevas canciones.




En la segunda mitad de los años 90, Tina publicó sus últimos dos discos en estudio. El primero, Wildest Dreams (1996), estuvo precedido por la canción “Golden Eye” (composición de Bono y The Edge) para el film de James Bond.

En 1999, poco después de cumplir 60 años, publicó su décimo y último disco, Twenty Four Seven, seguido por un muy exitoso tour

Tina Turner en el siglo 21: el retiro, enfermedades y las pérdidas emocionales

La actividad de Tina decreció ostensiblemente a medida que avanzaba el siglo. En 2005 fue homenajeada en el Kennedy Center Honors.

En 2008 volvió a los escenarios en la ceremonia de los Grammy junto a Beyoncé, y luego en la gira de celebración de sus 50 años de vida artística, que se convirtió en una de las más exitosas de todos los tiempos.

En 2009 anunció su retiro del universo pop, al tiempo que fundó Beyond Foundation, con el músico cristiano suizo Regula Curty y el budista suizo tibetano Dechen Shak-Dagsay, realizando cuatro álbumes de música espiritual entre 2009 y 2017.

Con 73 años se transformó en la persona con más edad en ocupar la portada de la revista de modas, Vogue (abril, 2013).

En 2018, Tina publicó su segundo libro de memorias, “My Love Story”, y recibió el Grammy Lifetime Achievement Award. En las memorias confesaba que sufría de múltiples enfermedades, algunas arrastradas y no tratadas por años.

En 2013 sufrió un ictus y tuvo que aprender a caminar otra vez y en 2016 fue diagnosticada con cáncer intestinal. Los tratamientos no funcionaron y fue urgida a comenzar diálisis. Su marido Erwin Bach le donó un riñón en 2017

En 2019 consideró el suicidio asistido, lo cual es legal en Suiza, el pais que la adoptó desde 2013.

Los últimos años no fueron fáciles. En 2018 murió su primer hijo, Raymond Craig, que tuvo con el saxofonista de los Kings of Rhythm, Raymond Hill, en 1958. El motivo fue aparentemente suicidio.

En diciembre de 2022 murió su otro hijo -el único biológico con Ike TurnerRonnie, de cáncer de colón.

Mas de 100 millones de discos vendidos, 12 premios Grammy, múltiples reconocimientos, giras monumentales, nueve discos en estudio como solista y 22 con Ike Turner, 46 vídeos, compilados, grabaciones en vivo y sobre todo una inolvidable imagen de salvaje sensualidad apuntalada por una voz potente que fueron el equivalente femenino a James Brown, hacen de Tina Turner un caso aparte en el universo pop.

Músicos y amigos expresan su dolor, admiración y agradecimientos a Tina Turner