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The Least We Can Do Is Wave To Each Other: primer gran chispazo de Van Der Graaf Generator

Van Der Graaf

En febrero de 1970, la banda inglesa liderada por Peter Hammill publicó su segundo disco, inicio de una carrera sinigual dentro del rock progresivo

Van Der Graaf Generator
The Least We Can Do Is Wave To Each Other

Charisma. 1970. Inglaterra

Van Der Graaf Generator es una de las agrupaciones inglesas más fascinantes del progrock. Su original sonido deriva de una inteligente combinación de órgano, doble saxo, batería, bajo (del cual prescindieron luego de este disco hasta 1977) y la excepcional voz del guitarrista y letrista Peter Hammill.

Creada en Manchester University en 1967 por Hammill y Chris Judge Smith, VDGG gozó de un cierto reconocimiento en Italia antes de darse a conocer en su país de origen. Este álbum, al que hoy le celebramos medio siglo, es el segundo trabajo del selecto catálogo oficial de la banda pero al cual ella misma considera como el primero, ya que el trabajo anterior, The Aerosol Grey Machine, es una obra esencialmente personal del genial Hammill.

El álbum representa la primera impronta del sello Charisma Records que en poco tiempo sería uno de los más importantes promotores del género.

VDGG permanece aún activa como un trío conformado por Peter Hammill, Hugh Banton y Guy Evans.

Un aspecto que debe tomarse en cuenta a la hora de escuchar este álbum, son los arreglos que de forma colectiva hacía el entonces quinteto y cuyas características altamente atractivas se reflejan en una voz sobre la cual opinara Robert Fripp: “Hammill es a la voz lo que Hendrix es a la guitarra”.

De una amplia tesitura con letras de variados motivos, inspirados en parte por la literatura de ciencia ficción, un enfoque en los teclados de Hugh Banton en lugar de la guitarra, como era usual en aquellos días, saxos alto y tenor ejecutados de modo simultáneo, a lo Roland Kirk (†), por el excéntrico David Jackson, y una base rítmica esencialmente lineal formada por el bajista Nic Potter (†) y el baterista Guy Evans, es parte de lo que encontrarás al escuchar este magnifico trabajo y otras obras del grupo.

El encuentro inicial de este LP producido por John Anthony y grabado por Robin Geoffrey Cable, quien fue además el audio ingeniero, es un Generador de Van Der Graaf que parece emerger desde un terreno montañoso. En el centro de la bola plateada del generador, se aprecia una foto del grupo.

Seis son los temas que conforman esta obra que inicia con “Darkness”. Con el sonido del viento soplando y otros efectos sónicos que dibujan un tenebroso paisaje, Hammill nos dice: “No me culpes por las letras que se formen en la arena / No mires a mis ojos, tal vez veas todos los números / que se expanden en mi cielo y colorean mi mano / No digas que estoy equivocado al imaginar / Que la voz de mi vida no puede cantar / El destino entra y habla en arcaicas palabras”.

En el tema destacan los estridentes saxos que nos torturan hasta el resto de esta delirante “oscuridad” y en el cual Jackson por primera vez toca ambos saxos de modo simultáneo como lo hacía Roland Kirk. Es un clásico primerizo de VDGG.

El tema siguiente es diametralmente opuesto respecto al anterior. Peter Hammill nos envuelve con dulzura en “Refugees” (Refugiados), tema dedicado a dos ex compañeros de habitación.

Mark Urwitz es el cellista invitado para la ocasión, pieza en la cual Peter nos acaricia con versos como. “Caminamos solos, a veces tomados de la mano / Entre las finas líneas que marcan mar y arena / Sonriendo muy pacíficamente / Comenzamos a notar que podemos ser libres / Y nos mudamos juntos hacia el occidente”.

Jackson da un toque barroco con las flautas en esta sutil y melodiosa composición de singular belleza.

El tercer tema del repertorio es “White Hammer”, que inicia Banton con eclesiástico sonido. Peter Hammill nos canta inicialmente algo distante, sobre un tratado de brujería en la edad media llamado “Malleus Maleficarum”: “En el año 1486 el Malleus apareció por primera vez / Diseñado para eliminar toda brujería y acabar con los temores papales / Prescribiendo torturas para acabar con las Artes Negras / Y el martillo golpeó fuerte”.

En sus casi nueve minutos, VDGG nos va llevando a lo largo de un abanico tonal de calmos pasajes y entramados misterios. Hacia la parte final, la banda nos ofrece un interesante fragmento con Jackson como guía.

El fragmento se desvanece y nos encontramos con un elemento tan desafiante como delirante donde Jackson demuestra un nivel expresivo excepcional, conjugándose con otro invitado especial para la ocasión, el cornetista Gerry Salisbury.

El cuarto tema, primero del lado B, lleva el título de “Whatever Would Robert Have Said?” (Lo que sea que haya dicho Robert), dedicado a Robert Van Der Graaf, creador del generador que lleva su apellido.

“Soy el aire que succionas / El que has succionado muchas veces antes / Soy el soplido que tratas de fingir / Pero el cual aún te arroja al otro lado de la puerta / Soy el aire que llenan tus pulmones / Pero que te deja vacío / Soy eso nulo que no puedes explicar / Pero que es a donde deseas ir”, nos canta en parte Peter Hammill acompañado por la banda.

Acá Jackson va en ocasiones al unísono con Peter. El saxo tenor cambia por completo tornándose seductor pero retorna pronto al sonido dual de alto y tenor. La guitarra también juega un papel muy importante.

Antes de ceder espacio al momento más delicado del álbum en “Out Of My Book”. Hammill, con la flauta de Jackson, quien co-escribió el tema, nos canta: “Nos sentamos aún buscando compañía / Pudo haber más pero me eludió / Intentaste ser gentil / Pero bloquee tus sentimientos / Ahora con los sentidos aún vivos, te sientas en tu silente habitación a llorar / Tratas de hacerme uno / Pero siempre me oculto cuando hay algo de sol”

Culmina nuestro celebrado disco con la extensa “After The Flood”, una pieza de once minutos que inicia con el órgano y el saxo. En su desarrollo nos encontramos con algunos de los momentos más oscuros del rock progresivo y con una apocalíptica letra que en parte nos dice: “Continuando la historia, la humanidad se estremece / Se ha ido la gloria, hay un sonido a lo lejos que retumba / Hachas destrozadas, no hay Norte o Sur / A lo lejos el hielo lentamente se hunde / El hielo se convierte en agua / El cielo se convierte en agua”.

Hammill y guitarra se entraman intercambiando momentos memorables. Peter nos habla de “el final”. En algún momento nos topamos con una frase de Jackson a la flauta recordándonos un poco al “esquizoide del siglo 21″.

La pieza de va desmembrando hasta llegar a un pasaje acústico hacia el minuto siete cuando Hammill entra con su teátrica voz. Un minuto después Hammill nos lleva nuevamente con la guitarra a otro esplendoroso momento. El caos sónico retorna hasta el final.

Y ante tan desolador paisaje, ¡Lo menos que podemos hacer es saludarnos el uno al otro!

Van Der Graaf Generator continuaría con una serie de paradigmáticos trabajos como los siguientes H to He, Who Am The Only One (1970) Pawn Hearts (1971), tras el cual hubo una pausa hasta la épica trilogía que conforman Godbluff (1975), World Record (1976) y Still Life (1976).

Tras ellos, sin “Generator” en el nombre, publicaron el fenomenal The Quiet Zone, The Pleasure Dome (1977), con el violín de Graham Smith en lugar de flautas y saxos de Jackson.

El segundo hiato de la banda se extendió entre 1978 y 2005, y en todo ese tiempo mi recomendación es hurgar en la dilatada discografía de Peter Hammill como solista. Una brillante carrera que supera las cuatro decenas de obras.

Leonardo Bigott