El veterano maestro de la psicodelia moderna, cofundador de Spacemen 3, puso a volar a la audiencia interpretando su reciente disco al completo
Sonic Boom
Concierto en Sala Caracol, Madrid
(Marzo 30, 2022)
Una presentación del legendario colíder de Spacemen 3 es siempre un plato apetitoso. Su música sigue explorando las manifestaciones del alma. Y lo hace a través de su distintiva música lisérgica, solo que ahora está el solo. Parece que ya no necesita ayuda de nadie. No hay guitarras ni percusión.
Peter Kember aka Sonic Boom aterrizó en Madrid para presentar las canciones de su reciente disco All Things Being Equal (2020), su primer álbum de nuevo material en 15 años (el último había sido Worm to a Shadow de Experimental Audio Research en 2005) y la vuelta a grabar con su original pseudónimo después de 31 años. El disco fue parte de nuestra resumen Los 100 mejores discos de 2020 alrededor del mundo
Respecto a su visita en 2018 dentro del Festival GetMad! (leer crónica) la diferencia en el setlist fue absoluta. En aquella oportunidad revisó viejo material de Spectrum (nombre con el que se presentó) y Spacemen 3, mientras que ahora se centró únicamente en el mencionado disco, en el mismo orden. Ni mas ni menos.
Lo que no tuvo diferencias fue la disposición en el escenario, esta vez sin el guitarrista Jason Holt. Ubicado en el centro, sentado frente al micrófono y a una mesa de trabajo donde manipulaba controladores, mezcladores y las pistas de cada pieza, Kember lució sereno y más bien serio.
El arsenal utilizado en la grabación que incluyó EMS Synthi AKS, Yamaha PSS480, Electrix Vocoder, Electro Harmonix Vocoder, Teenage Engineering OP-1 mk1, Ekdahl Moisturizer, Dubreq Stylophone S2, Kickpatrick Phenmol Modular, entre otras herramientas, estuvo ausente en su mayor parte, por lo que su rol principal se centró en la voz y controlar volumenes, algunos efectos y transiciones.
A su lado dos reflectores y al fondo la pantalla con las proyecciones psicodélicas, funcionaron como ideales refuerzos de la lisergia musical que duró exactamente una hora. Diez temas.
All Things Being Equal es un disco fenomenal, que posee todas las características del sonido Sonic Boom con algunas diferencias dadas principalmente por el mayor uso de recursos electrónicos y menos guitarras.
“Just Imagine” comienza el viaje, con algunas pinceladas melódicas secundarias que recuerdan a momentos de Kraftwerk en Radioactivity (1975) y Trans-Europe Express (1977).
Desde un comienzo el elevado escenario de Sala Caracol -cosa que ya sabíamos- interpuso innecesaria distancia entre artista y audiencia. Recordamos el maravilloso concierto de Jacco Gardner (leer aquí) situado abajo con toda la parafernalia, rodeado del público, lo cual dio una calidez óptima apuntalada por las luces tenues.
“Just a Little Piece of Me”, es probablemente la de espíritu más cercano a Spacemen 3, especialmente por el loop que recuerda a aquellos memorables de Playing With Fire (1989) o Recurring (1991) y que se convirtieron en sello distintivo. Sobre él, capas de sintes y una linea de bajo sintetizado que otorga profundidad.
Sin pausa comenzó a sonar “Things Like This (A Little Bit Deeper)”, con un tempo ligeramente más rápido. Aquí cantó en directo la voz más grave sobre una pista pregrabada que aparecía en ocasiones. Capas y capas sonoras nos seguían hipnotizando.
“Spinning Coins and Wishing on Clovers” es el tema más lúgubre y siniestro, como si David Tibet (Current 93) o Edward Ka-Spel (The Legendary Pink Dots) hubieran aparecido en espíritu en la Sala Caracol. Dado que Kember ha perdido cierta capacidad vocal, pareciera que este tema se adapta muy bien a su actual tonalidad, más grave que antaño.
La transición con el siguiente tema, “My Echo, My Shadow and Me”, fue muy interesante. Un sinte de baja frecuencia dio entrada a otro tema denso en el que Sonic Boom se convierte en una especie de narrador de un cuento alucinado y de nuevo recuerda a Tibet con Current 93 o incluso Coil.
Parte de la letra dice: “Soy la oscuridad que nunca verás / Estoy dentro de ti como está dentro de mí / Soy esos lugares que significan tanto / Soy el tiempo que nunca tocarás / Soy el sol del que no puedes alejarte / Soy el sueño del que despertarás / Soy el océano que nunca cruzarás / Soy la noche donde no se pierde la esperanza / Soy el viaje que nunca planeaste / Soy la ola que nunca verá tierra”
En la mitad del concierto, Peter pronunció su primer “gracias” casi imperceptible y comenzó con “On a Summer’s Day”, otra pieza enmarcada en su distintivo sonido envolvente, cantada casi en cámara lenta.
Aprovechando el silencio entre piezas, alguien desde el fondo de la sala gritó con energía “¡Dale caña, Peter, dale más caña por favor!”. Causó gracia en algunos ya que a ciencia cierta no sabíamos a que se refería. La caña psicodélica estaba a tope. Pero coincidió justo con “The Way That You Live”, tema que incorporó una base percusiva y una melodía de cierto aire pop.
Probablemente era eso a lo que la persona que gritó se refirió como “más caña”. Ciertamente significó un ligero cambio de mood, que fue apuntalado por “Tawkin Tekno”, cuyo título da pistas sobre su naturaleza.
Con un efecto vocoder que sin paliativos recordó al Kraftwerk de la época clásica entre 1975 y 1981 -así como también la melodía del sinte-, el tema es el más “acelerado” y podría ser un cruce entre el grupo alemán y The Orb. Un trance psicodélico bailable al que las luces ayudaron notablemente.
Ante la efusividad del público, Peter agradeció con un “muchas gracias”. Y sin descanso siguió con “I Can See Light Bend”, un tema lleno de tensión, con varias pistas de voces.
El tema final fue “I Feel a Change Coming On”, cuya letra fue escrita antes de la pandemia: “Veo nubes oscuras de nuevo / Espero que solo traiga lluvia / siento que algo pasa / Siento que viene muy fuerte / Siento que algo está pasando / El tiempo para el cambio es ahora, tiene que llegar / Siento que se acerca un cambio / Siento que viene muy fuerte / Siento que algo tiene que ceder / Algo en la forma en que vivimos”
“Thanks a lot for coming. I aprecciate that. Good night” (Muchas gracias por venir. Lo aprecio. Buenas noches). Ni con los gritos de “toca otra” regresó. Sin anestesia se acabó la narcolepsia y el regreso a la realidad ocurrió antes de lo previsto.
Sonic Boom ha encontrado de nuevo su propia fórmula, que había extraviado por demasiado tiempo. Ya no sorprende, pero sigue teniendo efectos hipnóticos indudables.
Metametal: abriendo fuegos
La apertura del doble concierto correspondió el dúo madrileño Metametal, conformado por Borja y Jacobo. El primero se encarga de la síntesis sonora utilizando un portátil y el segundo del saxo.
Practican, según ellos mismos definen, un subgénero llamado k-jazz, que es en realidad un terreno en el que cabe el ambient más denso, la improvisación, y la electrónica más etérea.
Basaron su corto set en la música de su obra Desgasta Meseta, editada en formato casete por el sello Ediciones Capablanca con sede en Berlín. Es una propuesta sin duda interesante, pero en directo ambos músicos lucieron un tanto fríos y lejanos, e incluso también con ciertas dudas.
Juan Carlos Ballesta
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