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No Earthly Connection: gran cierre de la etapa épica de Rick Wakeman

Rick Wakeman No Earthly Connection

En abril de 1976 el virtuoso y prolífico teclista inglés publico él cuarto y último álbum de su etapa épica con English Rock Ensemble

Rick Wakeman
No Earthly Connection

A&M. 1976. Inglaterra

Con apenas 26 años, el gran teclista inglés había ya producido varios de los más grandiosos discos de la era del rock sinfónico y progresivo con The Six Wives of Henry VIII (1973), Journey to the Centre of the Earth (1974) y Myths and Legends of King Arthur and the Knigths of Round Table (1975).

Pero, Wakeman, además, había contribuido con David Bowie y Cat Stevens como músico de sesión, fue parte de Strawbs en los discos Just a Collection of Antiques and Curios (1970) y From the Witchwood (1971), y dio el paso de gigante al unirse al grupo Yes y ser parte fundamental de tres de sus discos clásicos, Fragile (1971), Close to the Edge (1972) y Tales From Topographic Oceans (1973), además del triple LP Yessongs (1973), gira durante la cual desplegó su estética visual y musical a plenitud.




De modo que Rick enfrentaba su cuarto disco solista (habría que sumar el soundtrack Lisztomania de 1975), con una envidiable hoja de ruta, ubicado como una de las figuras claves del momento y uno de los teclistas más admirados de los primeros años 70 gracias a su particular aspecto de caballero medieval de larga melena rubia, capas brillantes, y el uso de la parafernalia de teclados analógicos (sintetizadores, mellotron, órgano) y piano acústico mas llamativa de su época.

A diferencia de los primeros tres discos de corte conceptual en los que abordó temas de la historia británica y de la literatura de aventuras, en No Earhly Connection no hubo una conexión particular entre los temas (de ahí el nombre), sino mas bien algunas ideas sobre el avistamiento de un OVNI durante el tour de 1975 en Miami,  Florida, con su bajista Roger Newell de testigo, las cuales completó con otras composiciones relativas a misterios como el Triángulo de las Bermudas, las Pirámides de Egipto o Stonehenge.

Wakeman decidió mudarse temporalmente a Suiza huyendo de la inverosímil subida de impuestos en Gran Bretaña. La discográfica le advirtió que no contara de nuevo con orquesta y coros y que debía abaratar los costos de grabación.

Entre enero y marzo de 1976, Wakeman y la English Rock Ensemble, grabaron el material en el famoso Chateau Studios en Hérouville, Francia, donde ya grupos como Jethro Tull, T.Rex, Gong, Pink Floyd, Uriah Heep y nombres como Elton John, David Bowie y Cat Stevens, habían grabado importantes discos.

La imagen distorsionada de Wakeman es la puerta de entrada. En la parte interna del disco estaba incluida una hoja plástica cromada que podía ser curvada en forma de cilindro para poder ver la imagen sin distorsión, además del teclado en forma de arco iris. Es un «truco» conocido como anamorfosis

Rick Wakeman No Earthly Connection con el papel
Foto cortesía de Diego Baptista




Aunque la discográfica quiso disuadirlo acerca de la duración del tema principal, Wakeman decidió no modificar “Music Reincarnate”, cuya duración total se extendía por 28 minutos. No quiso repetir la experiencia de Tales From Topographic Oceans de Yes, cuando se extendieron los temas para completar la duración de cada uno de los cuatro lados del doble álbum

Las cuarto primeras partes, “The Warning”, “The Maker”, “The Spaceman” y “The Realisation” ocuparon el lado A, mientras que la quinta parte, “The Reaper”, junto a los temas “The Prisoner” y “The Lost Cycle”, formaron el lado B.

Ahsley Holt (voz líder), Roger Newell (bajo, coros), John Dunstenville (guitarras acústicas y eléctricas, coros), Tony Fernandez (batería, percusión), Martyn Shields (trompeta, corno francés, fliscorno, coros) y Reg Brooks (trombón, coros) conformaron la English Rock Ensemble que grabó este fenomenal disco.

Wakeman, como era su costumbre, conformó una nutrida parafernalia de teclados: órgano Hammond, órgano de tubos, piano Stenway, piano RMI Electra, clavinet Hohner, sintetizador Moog, clavicordio eléctrico Baldwin, piano vertical honky-tonk, piano eléctrico Fender Rhodes 88, mellotron, órgano Godwin con gabinete rotativo, y pedales de efectos Systech.

The Warning” abre sensacionalmente el disco con todos los ingredientes wakemanianos, sintes, claviner, coros…sobre una temática relativa al nacimiento de un niño yla falta de toma de decisiones propias

The Maker” comienza con un romántico piano y se desarrolla con bajo una notable atmósfera nostálgica, con Holt cantando largas partes en falsete y Wakeman haciendo uso del distintivo sonido del Moog

El clavicordio inicia “The Spaceman” y rápidamente hacen su entrada los metales y la base rítmica, para luego incorporarse el clavinet. Holt es acompañado en los fastuosos coros por la banda. Wakeman desarrolla la idea sobre lo mucho que pueden arruinar su vida algunas personas que desechan hacer lo que realmente saber hacer.

Cierra el lado A con “The Realisation”, en la cual el individuo -alguna vez niño y ahora más viejo- imagina que ya es muy tarde para desarrollar su alma musical. Musicalmente la pieza posee un carácter mas solemne.

La maravillosa “The Reaper”, inicia el lado B, como parte quinta y última de la suite “Music Reincarnate”.

Durante su desarrollo aparecen recuerdos fantasmales de las cuatro partes anteriores, sobre una hipnótica base de Mellotron y un sinte repetitivo. Son como recuerdos recurrentes. La pieza es la más gentil y posee un especial encanto. Termina con las mismas capas de sintetizadores superpuestos con que se inicia la parte 1.

Emerge entonces “The Prisoner”, un tema más potente y sinfónico, con un trabajo vocal fantástico. Son siete minutos que califican entre lo mejor de Wakeman.

Termina el álbum con “The Lost Cycle”, que trata el tema de la posibilidad que otras avanzadas civilizaciones existan en planetas distantes. Sintes por doquier, voces misteriosas, guitarra acústica y varios cambios de ritmo cierran con broche de oro un disco que cerró una etapa inolvidable para Wakeman.




La gira mundial que siguió arruinó a Wakeman, ya que fue costosa y no cubrió las expectativas económicas, dejándolo con una deuda de 350 mil libras esterlinas que debía pagar en pocas semanas. En seguida vendió sus Rolls-Royces y disolvió la banda.

La discográfica A&M recomendó a Wakeman hablar con John Wetton y Bill Bruford quienes estaban formando una nueva banda (que resultó ser U.K.) y durante seis semanas ensayaron, pero una filtración publicada por Melody Maker terminó con el sueño, y Wakeman poco después volvió a unirse a Yes para afrontar Going For the One (1977).

Para Rick Wakeman, No Earthly Connection fue el cierre de una etapa inolvidable de ambiciosos discos conceptuales, con grandes presupuestos de grabación y producción y grandilocuentes puestas en escena.

Juan Carlos Ballesta


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